2 noviembre, 2015
¿Es sano comer carne roja? Consumir con moderación, esa es la cuestión
Hace una semana los medios de comunicación nos alertaban de los resultados obtenidos por la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC) dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras analizar más de 800 estudios: la carne procesada es cancerígena y la carne roja es probablemente cancerígena para los humanos y apuntan que el consumo diario mayor de 50g de carne procesada aumenta un 18% el riesgo a sufrir cáncer colorrectal.
Las reacciones durante la semana han sido diversas: a pie de calle algunos se preguntaban con qué rellenar a partir de ahora el bocadillo de su hijo, otros han obviado la información “porque al final no nos dejarán comer nada” y otros más han creído que detrás de todo esto hay intereses creados y que todo es mentira (aclaremos que no es así ya que las conclusiones son basadas en evidencia científica).
A través de los mismos medios que alarmaron a todo el mundo, todos los días han tratado el tema y han intentado tranquilizar a la población, con ayuda de expertos en la materia, explicando los matices de los resultados obtenidos. En ningún momento se prohíbe sino que se aconseja reducir su consumo aunque, seamos sinceros, clasificarlos en el mismo grupo que el tabaco, el arsénico y el gas mostaza hace que a cualquiera se le quiten las ganas de comer chorizo.
Aumentar la calidad y reducir la cantidad
Podríamos decir que lo dicho hasta ahora no es ninguna novedad, ya que los profesionales de la salud, especialmente los dietistas-nutricionistas llevamos años aconsejando un consumo ocasional de carnes rojas y procesadas: por ello se encuentran en la punta de la pirámide de la alimentación saludable. De hecho, se calcula que la media de consumo diario europeo de estas carnes es de 24g/día, la mitad que la cantidad indicada por la OMS. Además hay un aspecto que debería remarcarse y es que aumenta el riesgo de sufrir cáncer y eso no es equivalente a provocarlo. Otro aspecto a tener en cuenta es que la calidad global del producto también es muy importante.
«Los dietistas-nutricionistas llevamos años aconsejando un consumo ocasional de carnes rojas y procesadas»
Más verduras y frutas, por favor
Este noticia debe servir como pequeño recordatorio de que una alimentación saludable, variada, equilibrada y moderada es la base de una buena salud y aquí está más que aceptada la carne roja, rica en proteínas y micronutrientes como la vitamina B12, el hierro y el zinc, pudiendo disfrutarla una o dos veces por semana con tranquilidad. Si además la acompañamos de una dosis de fibra, agua y antioxidantes en forma de una buena ración de verduras y hortalizas, el posible riesgo de provocar cáncer se contrarresta.
«Una alimentación saludable, variada, equilibrada y moderada es la base de una buena salud y aquí está más que aceptada la carne roja, una o dos veces por semana»
En cuanto al bocadillo del desayuno (recordemos que sigue siendo mejor opción que la bollería industrial) podremos rellenarlo de queso, atún, sardinas, tortilla francesa o de verduras así como de embutido de calidad un par de veces por semana y complementarlo con una fruta.
Tampoco olvidemos que la alimentación no es el único factor influyente sino que necesita de otros buenos hábitos como son evitar el sedentarismo, el tabaco y el alcohol en dosis elevadas para mantener una salud óptima. Todo es cuestión de equilibrio y variedad.