23 septiembre, 2016
Alimentación, gluten y celiaquía: Verdades y mitos
Si damos una vuelta por el supermercado, los productos sin gluten ya no están reservados a la “zona de dietética” (debo admitir que nunca me ha convencido este nombre) y ahora muchos alimentos, incluso los que nunca han contenido ni contendrán gluten, llevan el símbolo con la espiga tachada. Existe una preocupación por el consumo de gluten y la celiaquía que hace unos años no existía -en la actualidad las ventas de productos sin gluten en todo el mundo ascienden a casi 3.000 millones de euros- y por ello me gustaría aclarar algunos conceptos:
(Verdad) La enfermedad celíaca la debe diagnosticar un médico y el único tratamiento es la eliminación del gluten de la dieta.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune compleja que afecta al intestino delgado y, tal y como indica el Document de consens sobre la malaltia celíaca a Catalunya publicado este año, para diagnosticarlo se debe realizar un estudio serológico y genético así como una biopsia duodenal en quien presenta síntomas compatibles con la enfermedad. Después se indica al paciente el tratamiento a realizar: eliminar el gluten de su alimentación.
(Verdad) La diarrea no es el único signo que se presenta en la celiaquía.
De hecho, muchos pacientes no presentan diarrea. Existen diversos signos y síntomas que pueden hacer creer que estamos ante un caso de enfermedad celíaca y se pueden presentar diversos a la vez o sólo alguno. Centrándonos en el adulto, vemos que los más característicos son los digestivos (diarrea, náuseas, vómitos, dolor y distensión abdominal, estreñimiento…) pero también suelen presentar otros secundarios a la malabsorción intestinal de micronutrientes como pueden ser la anemia y/o la osteopenia o la osteoporosis.
(Mito) Un gran porcentaje de la población es celíaca o presenta sensibilidad al gluten no celíaca.
Se calcula que el 1% de la población mundial es celíaca; es cierto que puede existir un porcentaje aún no diagnosticado pero no se calcula que las cifras puedan variar de forma excesiva. Existen otras patologías relacionadas con el gluten y/o trigo (alergia al trigo -0.1%- y sensibilidad al gluten no celíaca –6%-) con síntomas similares a la celiaquía pero vemos que los porcentajes continúan siendo bajos o, por lo menos, no tan altos como para que todos creamos que debemos eliminar el gluten de nuestra alimentación.
(Verdad) Tras el diagnóstico del médico, el paciente debe acudir a un nutricionista para conocer qué alimentos consumir y cómo evitar el exceso de peso y los déficits nutricionales.
Realizar una dieta sin gluten no es tan fácil como eliminar el trigo y productos derivados. Los cereales que contienen gluten son: trigo, centeno, cebada, espelta, kamut y triticale. La avena no afecta negativamente si está en estado puro, no contaminada por harina de trigo.
Al acudir a un nutricionista, éste le explicará cómo evitar la contaminación cruzada y le enseñará a leer etiquetas ya que el gluten puede aparecer en alimentos poco relacionados con los cereales como embutidos, conservas, etc. Puede que le derive a una asociación de pacientes celíacos donde tienen listados de marcas y productos aptos para su consumo aprobados por la FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España). También indicará qué alimentos son más beneficiosos para él como el consumo de ciertos cereales enriquecidos, evitar los productos altamente procesados y recordar el consumo diario mínimo de cinco raciones de frutas y verduras.
Hay que tener en cuenta que es habitual el aumento de peso en estos pacientes porque los alimentos procesados sin gluten suelen contener mayor cantidad de grasas saturadas y harinas refinadas. A su vez, pueden presentar déficits nutricionales bien por la malabsorción intestinal, si no han sido diagnosticados o están iniciando los cambios en sus dietas y las vellosidades intestinales aún están afectadas, o por la pobre elección de alimentos que realicen los pacientes.
(Mito) La dieta sin gluten es más sana y, además, adelgaza.
Se ha observado que la harina de trigo, el cereal más consumido en el mundo occidental, aporta azúcares fermentables -oligofructosa e inulina- que tienen una acción prebiótica: actúan de alimento para las bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino grueso y, por lo tanto, favorecen la salud intestinal. Estas bacterias tienen efectos positivos en nuestra salud: pueden proteger el intestino de ciertos cánceres y reducir condiciones inflamatorias así como proteger de enfermedades cardiovasculares.
En cuanto al peso, ya hemos visto que los celíacos tienden a aumentarlo y en personas sanas no hay estudios que relacionen dietas sin gluten con pérdida de peso. Analizando el patrón de dieta podríamos llegar a pensar que podrían perderlo por realizar una dieta con bajo aporte en carbohidratos y alta en proteínas y no puedo evitar decir: “más de lo mismo”. Está demostrado que una dieta baja en hidratos de carbono puede ser más efectiva los primeros meses pero en el plazo de un año presenta los mismos resultados que una dieta equilibrada baja en calorías. Entonces ¿para qué exponerse a los riesgos de una dieta hiperproteica (estreñimiento, halitosis, piedras en el riñón, déficit de micronutrientes, reducción de masa ósea entre otros) si al final llegamos al mismo resultado?
Esta es una pincelada sobre la celiaquía. Con ello me gustaría concienciar al consumidor sano que busca productos y recetas sin gluten por considerar que es una proteína nociva para el ser humano. No es así. Esta es una situación compleja que le ocurre por la suma de diversos aspectos a quien tiene de base una predisposición genética, un 1% de la población mundial.
Gluten-free diet: Imprudent dietary advice for the general population? Gaesser GA, Angadi SS. Journal of the Academy of nutrition and dietetics, 2012.
Hola!
Es verdad que una dieta sin gluten no siempre es más sana. Pero el problema es que se desayuna pan, se come pasta, se merienda bolleria y se cena pizza. Al final, creo que lo malo es abusar del trigo. Mejor diversificar. Y si se consumen productos sin gluten, que sean de calidad y ecológicos.
Gracias!