16 de agosto de 2022
Diagnóstico del melanoma, la importancia de la autoexploración y avances en su tratamiento
Como en cualquier tumor, un diagnóstico precoz del melanoma, un tipo de cáncer de piel que se produce por el crecimiento anómalo de las células que producen el pigmento que da color a nuestra piel o melanocitos, es fundamental para un buen pronóstico de la enfermedad. Detectar las lesiones tumorales cuando estas se encuentran en las fases iniciales ayudará a un mejor manejo de la enfermedad y evitará y reducirá la posibilidad de que el tumor pueda expandirse a otras partes de nuestro cuerpo, lo que se conoce como metástasis.
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A diferencia de otros tumores, que las lesiones sean visibles a simple vista es una gran ventaja para ayudar en este diagnóstico precoz del cáncer de piel y el melanoma. “Para eso es importante reconocer nuestra piel y realizar autoexploraciones que nos permitirán darnos cuenta si un lunar ha aparecido o si los que ya existen han cambiado de forma o color, lo que son todo indicadores de un posible melanoma”, explica la Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+.
“Para ayudar al diagnóstico precoz del melanoma es importante reconocer nuestra piel y realizar autoexploraciones que nos permitirán darnos cuenta si un lunar ha aparecido o si los que ya existen han cambiado de forma o color”
Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+
El ABCDE para diagnosticar un melanoma: la autoexploración
En esta autoexploración es importante seguir una regla nemotécnica que puede ayudar a tener presentes todas las variables que hacen pensar que se trate de un lunar sospechoso de melanoma. Es la regla del ABCDE:
- A de asimetría: Si vemos que el lunar tiene una forma asimétrica es un primer indicador de sospecha.
- B de bordes: Los bordes irregulares también nos pueden advertir de un posible melanoma.
- C de color: El color de un lunar debe ser uniforme. Si un lunar presenta múltiples colores o tonos deberemos sospechar.
- D de diámetro: Cuando un lunar tiene un diámetro superior a los 5 mm también habrá que consultar con un especialista.
- E de evolución: Si un lunar crece o cambia de forma, tamaño o color, deberemos igualmente sospechar de un posible melanoma.
Cualquier lunar que cumpla una de estas características es motivo de consulta con el dermatólogo. Una vez que hay una de estas sospechas, se procederá a utilizar equipos de imagen, como lo dermatoscopia digital, una técnica de examen de la piel que utiliza una lente de aumento de alta calidad que permite un examen minucioso de la estructura de la piel, o el microscopio confocal, un microscopio que emplea una técnica óptica de imagen para incrementar el contraste y/o reconstruir imágenes tridimesionales.
En la Unidad de Diagnóstico Dermatológico de barnaclínic+ se cuenta además con el nuevo robot Vectra360, un dispositivo que combina imágenes en 3D como imágenes de dermoscopia digital secuencial para rastrear de forma no invasiva tanto melanomas como cánceres cutáneos no melanoma. “Es el primer equipo que nos permite una reconstrucción en 3D de todo nuestro cuerpo y dejar plasmadas todas las lesiones cutáneas, especialmente los lunares. Esto nos permite un control evolutivo y comparativo que identifica lesiones con mínimos cambios sospechosas de ser melanomas y que con las inspecciones habituales podrían pasar desapercibidas”, explica la Dra. Puig.
“El nuevo robot Vectra360 nos permite un control evolutivo y comparativo que identifica lesiones con mínimos cambios sospechosas de ser melanomas y que con las inspecciones habituales podrían pasar desapercibidas”
Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+
Si la sospecha de que una lesión es maligna se mantiene después del uso de estas técnicas, se procede a una extracción de tejido para llevar a cabo una biopsia. “Esto nos indicará de forma más concreta el pronóstico del melanoma y el tratamiento más adecuado para combatirlo” añade la experta.
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Importantes mejoras en el tratamiento del melanoma
Lo más habitual en el tratamiento del melanoma es la extirpación quirúrgica del tumor. Sin embargo, a veces esto no es suficiente y también son necesarios otros tratamientos sistémicos. Estos tratamientos tienen efecto no solo en la lesión, sino en todo el organismo y nos ayudan tanto a prevenir como a tratar las metástasis a distancia.
En la actualidad hay dos ramas principales de tratamientos sistémicos para el melanoma. Por una parte está la inmunoterapia, en la que se consigue aumentar las defensas de nuestro propio organismo para luchar contra el tumor. Por otra parte, están las terapias dirigidas, tratamientos que tienen como diana mutaciones específicas de los tumores.
Pero sin duda lo que más ha revolucionado el tratamiento del melanoma en fechas recientes es la inmunoterapia. “Aunque este tipo de terapias se conocen desde hace más de veinte años, no ha sido hasta la última década que se han desarrollado mucho más. En el año 2011 se aprobó un fármaco de inmunoterapia que revolucionó el tratamiento del melanoma y desde entonces se han aprobado nuevos fármacos que se han ido incorporando y que han mejorado sustancialmente la supervivencia de estos pacientes”, apunta la Dra. Susana Puig.
“En el año 2011 se aprobó un fármaco de inmunoterapia que revolucionó el tratamiento del melanoma y desde entonces se han aprobado nuevos fármacos que se han ido incorporando y que han mejorado sustancialmente la supervivencia de estos pacientes”
Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+
Una de las estrategias que se sigue dentro de la inmunoterapia está relacionada con los “frenos” que evitan que el sistema inmune se descontrole. Nuestro sistema inmune es muy fuerte y tiene la capacidad de reconocer a las células tumorales. Sin embargo, esto no ocurre y puede ser bien porque haya otras células que bloquean su actividad o porque las propias células tumorales hayan aprendido a ponerle frenos. “Por eso, uno de los tratamientos que se ha desarrollado y logrado importantes resultados son unos anticuerpos monoclonales que son capaces de bloquear estos frenos y liberar de esta forma al sistema inmune para que pueda atacar a las células tumorales” finaliza la Dra. Puig.