22 de julio de 2022

Genética y exposición solar son los principales factores de riesgo del melanoma

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se produce cuando las células que originan el pigmento que dan color a nuestra piel, conocidos como melanocitos, empiezan a crecer fuera de control. El melanoma es mucho menos frecuente que otros tipos de cánceres de piel, pero es más peligroso porque es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo. En su origen puede parecer un lunar, pero pronto podemos darnos cuenta de que crece y lo hace con una serie de características que sirven para su diagnóstico y que pueden ser fácilmente observables si se les presta atención suficiente. La incidencia actual de este tipo de cáncer es de 12 pacientes por cada 100.000 habitantes por año. Pero sus cifras en los últimos años están creciendo de forma significativa, lo que hace que exista cierta preocupación entre los expertos.

¿Cuáles son los factores de riesgo del melanoma?

Uno de los principales factores de riesgo del melanoma es el envejecimiento. “Aunque es posible que pueda empezar a desarrollarse entre adolescentes y adultos jóvenes, su incidencia va claramente en aumento con la edad. Así podemos ver un pico de incidencia entre los 50 y 55 años, otro pico a partir de los 60 y otro más tras los 70, aumentando mucho su incidencia entre la gente mayor”, explica la Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+.

Este aumento de la incidencia con la edad está relacionado con la acumulación de exposición a la radiación ultravioleta o UVA. Cuantos más años vivimos, más nos vemos expuestos a esta radiación y se acumulan sus efectos perniciosos. “Así pues, la exposición solar es el principal factor de riesgo ambiental conocido para el desarrollo de un melanoma”, añade la Dra. Susana Puig, quien añade que este, sin embargo, no es el único factor para tener en cuenta.

“La exposición solar es el principal factor de riesgo ambiental conocido para el desarrollo de un melanoma”

Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+

El melanoma es un tipo de tumor en el que también es fundamental el riesgo genético. Más del 60% de estos tumores dependen de la herencia genética y están relacionados con el tipo de piel que tenemos y cómo responde esta a la exposición solar. “Las personas con muchos lunares y con la piel, el cabello y los ojos claros tiene más riesgo de melanoma. Sin embargo, en nuestro entorno veremos que la mayoría de los pacientes son morenos de ojos oscuros. Esto quiere decir que todos tenemos riesgo, aunque nuestra genética nos pueda hacer más propensos, pero nadie está a salvo de esta enfermedad”, explica la especialista.

“Las personas con muchos lunares y con la piel, el cabello y los ojos claros tiene más riesgo de melanoma. Sin embargo, en nuestro entorno veremos que la mayoría de los pacientes son morenos de ojos oscuros”

Dra. Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y dermatóloga de barnaclínic+

¿Cómo es posible prevenir el melanoma?

La prevención juega un papel determinante en muchos tipos de cánceres, pero es especialmente importante la prevención y el diagnóstico precoz del melanoma. Lo más importante para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad es sobre todo evitar los daños que la radiación UVA pueda llegar a producir en nuestra piel, sobre todo prestando especial atención a la radiación de este tipo que nos llega desde el sol, que es la principal fuente de estas emisiones.

Así, un paso muy importante en la prevención del melanoma es evitar las quemaduras solares sobre todo. “Y para eso es importante entender que un enrojecimiento de la piel ya es un primer grado de quemadura solar”, puntualiza la Dra. Puig.

Consejos para prevenir el melanoma

Por eso, a la hora de exponernos al sol es importante tener en cuenta algunos sencillos consejos para prevenir el melanoma:

1. Evitar exponernos en las horas de mayor intensidad de la radiación, que son las horas centrales del día.
2. Intentar que la exposición no se produzca de una forma muy prolongada.
3. Si queremos realizar actividad deportiva al aire libre, procurar que esta sea o bien por la mañana o bien por la tarde.
4. Utilizar ropa adecuada y protección en nuestra cabeza como gorros o sombreros y en aquellas partes descubiertas, emplear cremas de fotoprotección solar.

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