Entre las enfermedades de la retina de origen desconocido o idiopático la más frecuente es la coroidopatía serosa central. Esta enfermedad se localiza en la mácula y se produce por una alteración en una capa de la retina que se denomina epitelio pigmentario de la retina (EPR). El EPR tiene una función de barrera que pierde por causas no del todo comprobadas, pero que parece ser que se deben al incremento de una hormona denominada cortisol. El incremento de cortisol, que se produce en situaciones como por ejemplo el estrés, induciría un aumento de la permeabilidad y un "encharcamiento" de la retina por paso de fluido desde el epitelio pigmentario de la retina. Por lo general, la enfermedad es autolimitada y el fluido se reabsorbe de forma espontánea, pero en ocasiones si la agudeza visual no se recupera y el fluido persiste, en estos casos, se recomienda el tratamiento con láser sobre los puntos de fuga en el EPR.