1 junio, 2017
La leche y lácteos: ¿alimento saludable o dañino?

Hoy, 1 de junio, es el Día Mundial de la Leche, por este motivo, hablaremos de lácteos. Según con quien hablamos del tema, recibimos información muy dispar; hay quien dice que los lácteos son muy sanos y recomendables y hay quien considera indispensable eliminarlos por completo de la alimentación. Es normal que surjan dudas, y más últimamente, cuando se hacen tantas campañas en su contra, pero ¿realmente los lácteos son tan poco aconsejables?
Como puede ocurrir con muchos otros alimentos, todo depende de nuestras costumbres o cultura y, sobre todo, del efecto que cause en nuestro organismo. Quiero decir que, un alérgico a la caseína -la proteína de leche- no puede comer o tomar lácteos ya que su cuerpo creará una respuesta alérgica ante este alimento. En cambio, quien los tolera y le gustan, puede que los llegue a introducir en cada una de las comidas del día en sus distintas versiones: leche, yogur, queso, cuajada, etc.
Pero ¿es un buen alimento o no?
Para empezar, me gustaría aclarar que la leche es un alimento nutricionalmente completo. Quiere decir que nos aporta macronutrientes: proteínas, grasas e hidratos de carbono simples y una buena variedad de micronutrientes: vitaminas como A, D, E, B2 y B12 y minerales como calcio, potasio y fósforo. En líneas generales, sus derivados contienen también estos mismos nutrientes aunque en diferentes proporciones, generalmente más concentrados porque pierden parte de su contenido en agua.
“La leche es un alimento nutricionalmente completo que nos aporta macronutrientes. Sus derivados también contienen estos nutrientes pero en otras proporciones”
Parece que son bastante saludables. Entonces ¿por qué tanta mala fama?
Existen muchos comentarios negativos sobre los lácteos, especialmente sobre la leche. A continuación vamos a analizar algunos:
1. Somos el único mamífero adulto que toma leche
Somos el único mamífero que hace muchas cosas y no por ello dudamos de otros aspectos de nuestra vida, como pueden ser viajar en avión o escribir un libro. Así que ¿por qué hacerlo con la leche? Es cierto que una parte de la población, especialmente la asiática, no tolera los lácteos. En Europa, sin embargo, el porcentaje de intolerantes a la lactosa no es tan elevado. Lo que sí es cierto es que nuestro organismo puede dejar de producir lactasa, la enzima que digiere el azúcar de la leche, si eliminamos totalmente la lactosa de nuestra alimentación. También es cierto que puede perderse la capacidad de producir lactasa con los años, pero estaríamos hablando de población de la tercera edad y no siempre ocurre.
2. Si soy intolerante a la lactosa, debo eliminar los lácteos de mi dieta
Cada uno debe valorar su tolerancia ya que hay gente que no puede tomar un vaso de leche pero sí que les sienta bien un yogur o un poco de queso. Esto es debido a que las bacterias que han transformado la leche en estos derivados han actuado sobre la lactosa haciéndolos más digeribles.
3. Es mejor el lácteo desnatado que el entero
Este punto, como ha pasado con otros alimentos durante los últimos años –por ejemplo, con el huevo y el colesterol– está cambiando y se está empezando a ver que el tipo de grasas saturadas que contienen los lácteos no influye de forma tan clara en el aumento de colesterol. También pueden llegar a tener un papel protector ante el aumento de peso porque sacian un poco más, pero siempre dentro de un marco de alimentación variada y equilibrada, con aporte elevado de verduras y frutas, productos integrales, legumbres, etc.
4. La leche provoca exceso de mucosidad
No me voy a extender en este punto: se han realizado estudios científicos que demuestran que esta relación directa no existe. Así que, podemos afirmar que la leche NO provoca exceso de mucosidad.
En conclusión, si no existe intolerancia a la lactosa ni alergia a la caseína y, por supuesto, nos gustan, podemos consumir lácteos. También es importante saber que este grupo de alimentos es una de las mejores fuentes de calcio que tenemos y que comiendo 2 ó 3 raciones diarias*, podemos cubrir la dosis de calcio que precisamos al día.
*En caso de niños, mujeres embarazadas o lactantes y personas de la 3ª edad, es recomendable aumentar a 3-4 raciones diarias.
“Si no existe intolerancia a la lactosa ni alergia a la caseína y, por supuesto, nos gustan, podemos consumir lácteos”
¡Feliz día mundial de la leche!
1 ración de lácteos es:
- un vaso de leche
- dos yogures
- 180g de kéfir
- una cuajada
- 125g de queso fresco
- 30g de queso semicurado
- 20g de queso curado
- de manera puntual se puede sustituir una ración por postres lácteos como helado, flan, natillas, etc.
Excelente escrito’