16 junio, 2016
Infecciones vaginales ¿Cuáles son las más frecuentes?
Las infecciones vaginales, de la vulva y la vagina (vulvovaginitis), son un motivo muy frecuente de consulta en la práctica clínica ginecológica. Sin ser una patología que se pueda considerar grave, afectan al bienestar de un número no despreciable de mujeres porque uno de los problemas más frecuentes es la recidiva, que se manifiesta clínicamente por una alta frecuencia de brotes en cortos espacios de tiempo. El conjunto de estas situaciones acaba creando un grupo de mujeres para las que una patología en principio banal acaba generando un deterioro en su calidad de vida.
«Definimos salud vaginal como el estado de la vagina que mantiene las condiciones fisiológicas adecuadas a la evolución de la edad de la mujer, que no produce síntomas locales, y permite una vida sexual satisfactoria»
Al conjunto de microorganismos que viven de forma habitual en un cuerpo sano se le denomina microbiota normal, flora normal o flora nativa. Se encuentran distribuidos en diferentes localizaciones de nuestro cuerpo. Es importante conocer este concepto pues a nivel vaginal, diversas situaciones a lo largo de la vida de la mujer como estatus hormonal, actividad sexual, ciclo menstrual, embarazo, métodos anticonceptivos, toma de antibióticos o higiene… Pueden romper el equilibrio de estos microorganismos que habitan normalmente en la vagina de la mujer sana y dar lugar a las infecciones genitales.
¿Qué consideramos «infecciones vaginales»?
De entre las infecciones vaginales, la más común es la vulvovaginitis. Se trata de la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel de la vulva. Generalmente la causa es infecciosa (micosis, vaginosis y tricomoniasis)
La paciente refiere picor, escozor y/o dolor que se acompaña de aumento de secreción vaginal, en ocasiones maloliente.
Candidiasis
Las vulvovaginitis por hongos constituyen el 20-30% de las infecciones genitales que producen los síntomas descritos. Producida por diferentes especies de hongos, fundamentalmente Candida spp. Existen una serie de factores que las favorecen como el embarazo, el tratamiento con antibióticos, la diabetes y los anticonceptivos hormonales ya que modifican el pH de la vagina y pueden favorecer la aparición de candidiasis. El intestino puede actuar de reservorio y explicar algunos casos de recidivas cuando sólo se realiza tratamiento local. Puede afectar también al hombre, como explica el Dr. García Cruz en su blog.
Los síntomas que describen las mujeres son muy característicos:
Aumento de la secreción vaginal, blanquecina, en grumos y aspecto de yogur, prurito, dolor o escozor al orinar, dolor con el coito (dispareunia) y lesiones en la piel de los genitales externos.
Vaginosis bacteriana (VB)
La gardnerella vaginalis es una bacteria que está implicada en infecciones genitales femeninas. La gardnerella vaginalis se localiza de forma normal en la vagina de la mujer. Sin embargo en ciertas condiciones esta bacteria puede volverse patógena, es decir, responsable de una infección. Aparece entonces la llamada vaginosis bacteriana.
Al igual que en otras vulvovaginitis, la mujer aqueja: prurito vulvar, quemazón, irritación que puede acompañarse de dispareunia y/o dolor al orinar.
La secreción es fluida, abundante, blanco-grisácea y se adhiere a las paredes vaginales con un característico olor a “pescado”, que aumenta tras el coito debido a la volatización de las aminas por alcalinización.
Vulvovaginitis por Trichomonas
Causadas por Trichomona vaginalis, un protozoo unicelular parásito de la vagina, que no forma parte de la microbiota vaginal normal.
Hasta hace unos años se afirmaba que era una infección de transmisión sexual, con un elevado número de nuevos casos cada año. Sin embargo, en la última década, vemos que es una infección que ha disminuido de forma considerable.
Los síntomas son variables, siendo muy característico el flujo muy abundante de color amarillo verdoso que produce un prurito muy intenso.
Recidivas de las infecciones vaginales
Se considera recidiva la reaparición de una enfermedad después de un período considerado de curación.
En el caso de las infecciones vaginales, podemos atribuirlo en ocasiones a tratamientos no eficaces o a la tendencia en autodiagnosticarse y automedicarse.
Se considera que una infección vaginal es recidivante cuando la paciente presenta 4 o más episodios en un año y esto ocurre en aproximadamente el 40-45% de las mujeres que presentan un primer episodio de infección por hongos a lo largo de su vida.
La utilización de probióticos para poblar la vagina y prevenir o tratar una infección ha sido considerada desde los inicios del siglo pasado, pero sólo recientemente se dispone de datos que demuestran su eficacia.
Recomendamos su utilización como tratamiento preventivo en situaciones en las que se requiere una reconstitución de la microbiota y sobre todo en estos casos de recidivas, durante 3-4 meses tras la pauta habitual establecida en los diferntes tipos de vulvovaginitis.
Imagen: Belly girl by Robert Mcdonald
yo tengo éste problema de forma discontínua, y la verdad es que desde que uso probioticos he mejorado muchoi
Hola!!
muchas gracias por esta informacion es de gran ayuda .