Blog barnaclínic


25 enero, 2023

La prótesis de pene, una solución cuando fracasan el resto de los tratamientos para la disfunción eréctil

Prótesis de pene

La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales. Es un problema que puede tener entre el 20 y el 50% de la población adulta, llegando a afectar a uno de cada dos varones mayores de cincuenta años. A pesar de ser un trastorno tan habitual, sigue siendo poco habitual hablar de la disfunción eréctil sobre la que pesa todavía un importante tabú social. De esta forma, muchos hombres no acuden a las consultas médicas para tratar este problema, para el que existen diferentes tipos de tratamiento, siendo la prótesis de pene el último de ellos cuando opciones más conservadoras han fracasado. Consiste en la colocación en el interior del pene de un dispositivo para tratar de optimizar su rigidez a la hora de mantener relaciones sexuales.

“Las prótesis de pene las hacemos de forma muy frecuente, es una solución muy habitual”, explica el Dr. Josep Torremadé, responsable de la unidad de Andrología del Clínic de Barcelona y profesional de barnaclínic+, quien ha participado en el programa ‘Tot es mou’ de TV3 para explicar cómo prevenir y solucionar la disfunción eréctil.

«Las prótesis de pene las hacemos de forma muy frecuente, es una solución muy habitual para la disfunción eréctil. Hay gente que lo ve como una solución muy ortopédica, muy artificial, pero realmente es una solución muy natural»

Dr. Josep Torremadé – Andrólogo

El implante de prótesis de pene es mucho más frecuente de lo que se cree, de hecho, el Clínic Barcelona es de los centros hospitalarios que más realiza esta intervención. El pasado 2022 en el Clínic se realizaron 58 intervenciones para colocar este tipo de prótesis de pene. “Hay gente que lo ve como una solución muy ortopédica, muy artificial, pero realmente es una solución muy natural”, explica el Dr. Torremadé. La intervención es una cirugía ambulatoria y el mismo día el paciente vuelve a casa. El implante se pone a través de una incisión en el escroto que casi no deja cicatriz.

El postoperatorio suele ser corto y después de cuatro o seis semanas, se pueden retomar las relaciones sexuales. Se trata de un sistema hidráulico que moviliza un líquido de un reservorio situado dentro del abdomen hasta el pene. Y con una bomba situada dentro de los testículos, el paciente moviliza el líquido consiguiendo una rigidez del pene en el momento deseado. Además, la sensibilidad, el tacto y el orgasmo no se ven afectados después de la colocación de la prótesis.

Un problema cada vez más frecuente

A la hora de hablar de disfunción eréctil existen dos grandes grupos. Por un lado, está la disfunción psicógena, que suele afectar más a la gente joven. En este tipo de disfunción existe un elemento estresor que anticipa el problema y que dificulta que se pueda alcanzar y mantener la erección. Es un tipo de disfunción que normalmente es abordada por sexólogos. El otro tipo de disfunción es la orgánica.

En este segundo tipo existen diversas causas que la pueden ocasionar, desde el envejecimiento hasta condiciones como la obesidad o problemas cardiovasculares e incluso como consecuencia de una cirugía oncológica. “Este tipo de disfunción la vemos cada vez más en nuestras consultas. Por un lado por el envejecimiento mayor de la población, pero también por hábitos diarios poco saludables que son más frecuentes, como la obesidad”, añadió el Dr. Torremadé.

Escalada de tratamientos

Existen fármacos eficaces, seguros y que permiten normalizar la erección y que funcionan en alrededor de un 80% de los pacientes con disfunción eréctil. Estos fármacos, llamados IPDE-5, mejoran la dilatación de la arteria del pene y el flujo de sangre que llega cuando existe deseo sexual. El Dr. Torremadé explica que con el fármaco “la respuesta del paciente será de más calidad, pero no se generará una erección espontanea. Necesitará un estímulo y potenciará la erección de este paciente”.

Cuando el tratamiento farmacológico no responde, hay el tratamiento de segunda línea. Son alternativas para mejorar el flujo de sangre al pene y, de esta forma, augmentar su rigidez. Finalmente, si estos tratamientos tampoco funcionan se puede recurrir a la prótesis de pene. El Dr. Torremadé cree que “la prótesis de pene tiene que ser una opción cuando el resto de los tratamientos fracasan”.

«La prótesis de pene tiene que ser una opción cuando el resto de los tratamientos para la disfunción eréctil fracasan»

Dr. Josep Torremadé – Andrólogo

 


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