9 junio, 2021

Los dispositivos de asistencia ventricular, una nueva opción para la insuficiencia cardiaca

Hasta no hace mucho, la única opción cuando el corazón dejaba de funcionar era un trasplante cardíaco. La dificultad para encontrar donantes y las condiciones de algunos pacientes que desaconsejaban la operación hacían que esta fuera una terapia de minoritaria. Sin embargo, la evolución tecnológica de los últimos años ha permitido encontrar una solución con el desarrollo de los dispositivos de asistencia ventricular, también conocido como dispositivo de asistencia circulatoria mecánica o corazón artificial ambulatorio.

“Estos pacientes que no podían recibir un trasplante de corazón hasta ahora se trataban solamente con medicación, lo cual limitaba mucho la capacidad de los médicos de atenderlos. Pero actualmente, con el desarrollo de todos estos dispositivos de asistencia ventricular el paciente puede recuperar su calidad de vida, alargar su supervivencia e incluso en algunos pacientes pueden llegar a ser candidatos para recibir otro tipo de terapia definitiva, como un trasplante cardiaco”, explica el Dr. Daniel Pereda, cirujano cardiovascular de barnaclínic+, quien señala como en el caso de que finalmente el paciente no sea candidato a trasplante, estos dispositivos pueden usarse también como terapia de destino e implantarse de forma indefinida para que viva el resto de su vida aprovechando la función de la máquina.

«Actualmente, con el desarrollo de todos estos dispositivos de asistencia ventricular el paciente puede recuperar su calidad de vida, alargar su supervivencia e incluso en algunos pacientes puden llegar a ser candidatos para recibir otro tipo de terapia definitiva, como un trasplante cardiaco»

Dr. Daniel Pereda, cirujano cardiovascular de barnaclínic+

Los dispositivos de asistencia ventricular son unas bombas mecánicas implantables que ayudan al corazón a insuflar desde las cámaras inferiores del corazón, los ventrículos, hacia el resto del cuerpo. De esta forma permiten asistir la función del corazón enfermo y así este es otra vez capaz de bombear sangre con suficiente fuerza, ayudando a suplir la función circulatoria.

Circulación extracorpórea: cuando el corazón ya no es suficiente

Una de las enfermedades cardiovasculares más comunes es la insuficiencia cardiaca. Esta es una afección que se produce cuando el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente. Suele manifestarse después de que otros trastornos hayan dañado o debilitado el corazón, aunque no es necesario que este esté debilitado para provocar una insuficiencia cardiaca. El envejecimiento también juega un importante papel en esta patología.

“Cada día nuestra población envejece más y los tratamientos farmacológicos pueden hacer que las personas vivan muchos años después de tener una enfermedad aguda cardiovascular, como por ejemplo un infarto. Esto incide en un aumento de la prevalencia de esta enfermedad”, explica el Dr. Juan Carlos Pérez-Alva, cardiólogo intervencionista del Instituto Cardiovascular de Puebla (México). Lamentablemente el manejo farmacológico de la insuficiencia cardiaca tiene un límite y esto ha motivado la necesidad de un desarrollo tecnológico que ha permitido encontrar una solución.

«Cada día nuestra población envejece más y los tratamientos farmacológicos pueden hacer que las personas vivan muchos años después de tener una enfermedad aguda cardiovascular, como por ejemplo un infarto»

Dr. Juan Carlos Pérez-Alva, cardiólogo intervencionista del Instituto Cardiovascular de Puebla (México)

La insuficiencia cardiaca puede ser de dos tipos: aguda o crónica. En el primer caso esta se produce por un deterioro súbito de la función cardiaca motivada por algún tipo de enfermedad, como pueden ser las miocarditis, que es la inflamación del músculo cardiaco que puede ser debida a una infección viral pero también como consecuencia de una reacción a un medicamento o parte de una afección inflamatoria más general. “Son pacientes que están bien y súbitamente dejan de estarlo a consecuencia de un problema. Cuando el daño que causa la enfermedad es grave, la única manera a veces de tratar al paciente es soportarles la circulación con un dispositivo de asistencia ventricular”, explica el Dr. Daniel Pereda.

Otros pacientes en cambio presentan cuadros crónicos, con una insuficiencia cardiaca que va progresando a lo largo de los años hasta que llegan a un punto en el que la enfermedad les limita tanto que no son capaces de llevar una vida normal y tienen una supervivencia muy limitada. “En este tipo de pacientes se valoran varias opciones. Antes la solución definitiva era un trasplante, cuando el manejo farmacológico se volvía insuficiente. Ahora además hay la opción de estos dispositivos que pueden ser bien una solución intermedia hasta que sea posible el trasplante o en algunos casos una solución definitiva si fuera preciso”, continúa explicando el Dr. Daniel Pereda.

Ventajas del dispositivo de asistencia circulatoria mecánica

En la actualidad existen en el mercado diferentes tipos de dispositivos de asistencia ventricular, lo que permite a los cirujanos seleccionar el corazón artificial ambulatori que se adapte mejor a cada caso concreto. Así es posible lograr una gran personalización en el tratamiento.

Otra de las ventajas radica en el tipo de abordaje que se emplea normalmente para la colocación de estos dispositivos. De forma habitual se utiliza una cirugía mínimamente invasiva e incluso cirugía robótica, con la que no es necesario abrir el tórax del paciente como se hace de forma convencional. “A través de unas pequeñas incisiones en la pared torácica podemos realizar la intervención. Esto es una ventaja sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de nuestros pacientes son de edad avanzada y presentan otras enfermedades. Esta intervención hace que su recuperación sea más fácil además de reducir el tiempo de la operación”, añade el Dr. Daniel Pereda.

Convenios de colaboración

El Grupo Hospital Clínic es un referente en Europa en este tipo de intervenciones. Por desgracia, no todos los países tienen un grado similar de acceso a estas nuevas técnicas. “En Latinoamérica estas tecnologías nos sobrepasan y el implante de corazones artificiales ambulatorios puede parecer muy lejano” comenta el Dr. Juan Carlos Pérez-Alva.

Por ese motivo es que diferentes instituciones hospitalarias, como el Instituto Cardiovascular de Puebla (México), han firmado convenios de colaboración con barnaclínic+ que les permiten tener acceso a esta tecnología actualmente. “Así nuestros pacientes pueden beneficiarse de estos corazones artificiales que han demostrado una gran utilidad en casos de enfermedad cardiaca muy avanzada, mejorando mucho su expectativa de vida”, concluye el Dr. Pérez-Alva.

«Gracias al convenio de colaboración con barnaclínic+ los pacientes mexicanos pueden beneficiarse de estos corazones artificiales que han demostrado una gran utilidad en casos de enfermedad cardiaca muy avanzada, mejorando mucho su expectativa de vida”

Dr. Juan Carlos Pérez-Alva, cardiólogo intervencionista del Instituto Cardiovascular de Puebla (México)